Un ejemplo reciente y concreto de huecos en distribuciones de frecuencias se observa en la brecha de riqueza racial en los Estados Unidos. Según datos del Banco de la Reserva Federal de St. Louis, a pesar de que la riqueza mediana ha aumentado para todos los grupos raciales y étnicos entre 2019 y 2022, las diferencias significativas en la riqueza entre los grupos persisten y se han ampliado en términos absolutos.
Por ejemplo, la riqueza mediana de las familias blancas alcanzó los $287,000 en 2022, un aumento del 29% desde 2019, mientras que la de las familias negras fue de $45,000, un incremento del 66%. Sin embargo, la brecha en términos absolutos entre las familias negras y blancas creció a $242,000, lo que representa un aumento significativo respecto a los $195,000 de 2019. Similarmente, la brecha entre las familias hispanas y blancas creció a $226,000 en 2022. Estos datos indican la presencia de huecos significativos en la distribución de la riqueza entre diferentes grupos raciales (St. Louis Fed).
Otro ejemplo se encuentra en el impacto del cambio climático sobre la salud de las poblaciones indígenas norteamericanas. Un análisis reciente ha identificado lagunas significativas en la investigación sobre cómo el cambio climático afecta la salud y el bienestar de estas comunidades. La mayoría de los estudios se han centrado en las regiones circumpolares del norte, dejando subrepresentadas otras áreas geográficas y aspectos importantes como los impactos de género. Esta falta de datos comprensivos crea huecos en la comprensión y en la capacidad de abordar los problemas de manera efectiva (Med Xpress).
Estos ejemplos ilustran cómo las distribuciones de frecuencia pueden mostrar huecos significativos en diversos contextos actuales, reflejando desigualdades persistentes y áreas de investigación insuficientemente exploradas.
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